El Gaucho. 2
Soy gaucho, y entiendanló, como mi lengua lo explica.
Para mi la tierra es chica y pudiera ser mayor.
Ni la víbora me pica, ni quema mi frente el sol.
Ninguno me hable de penas, porque yo penado vivo.
Y naides se muestre altivo, aunque en el estribo esté,
que suele quedarse a pie, el gaucho más advertido.
Yo conocí esta tierra, en la que el paisano vivía
Y su ranchito tenía, sus hijos y su mujer...
Era una delicia el ver como pasaba sus días.
Entonces...cuando el lucero brilla en el cielo santo
y los grillos con su canto nos decían que el día llegaba,
a la cocina rumbiaba, el gaucho...que era un encanto.
Estaba el gaucho en su pago con toda siguiridá,
pero...aura ¡barbaridad!, la cosa anda tan fruncida,
que gasta el pobre la vida en juir de la autoridá.
El gaucho habla un dialecto incluso en estos días. Su canto es de tristeza. Son íntegros por naturaleza. El color de su piel ya está mezclado, así somo el de su pelo. Pasamos del gaucho moreno al rubio. y su alma a pesar de los años sigue siguendo blanca...transparente. Las boleadoras las usaban como utensilio de caza, son difícil de usar...pero nada se impone al gaucho.
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